La envidia es una declaración de inferioridad.
- Napoleón Bonaparte
Hay días en que me
pregunto qué es la envidia. No termino de entender si es un elogio hacia una
persona o un insulto a uno mismo. No termino de entender si es causada por el
sujeto activo o pasivo que participa en ella… o por qué a veces hay un activo
que provoca envidia a propósito en un pasivo.
Está en todas partes: en
la familia, en el colegio, en la facultad, en el trabajo, en los “amigos” (estimado
lector: si alguien a quien usted llama amigo
lo envidia o usted le envidia a él, deje de llamarlo así y de mentirse a usted
mismo…pronto escribiré una entrada sobre ese tema), en mi caso también en una academia de danzas árabes. Éste ámbito
es complicado, imaginen. Una danza sensual y exhibidora, donde gran parte de
quien la practica lo hace sólo para lucirse en un escenario, para mostrarse y
ser admirado. Mientras otros, pocos, se dedican a seguir sus sentimientos y
pasiones y a hacer que esas pasiones sean realidades en sus vidas. Creo que eso
es lo realmente envidiable. Pero tampoco se justifica.
De todas formas, creo que no hay peor hábitat para la envidia que en la amistad. O al menos eso creo yo, quizás valoro demasiado a los amigos y tiendo a la idealización con ellos, pero no concibo la envidia en una amistad. Es una cuestión rara este sentimiento tan degradante, ni siquiera creo que merece ser llamado "sentimiento", sentir es algo demasiado lindo. Pero no, la envidia nos frena, y a los que somos envidiados con maldad, nos hiere profundamente. Ser envidiado en general incluye a un objeto o una persona por la cual se envidia, eso es lo peor del caso. Y lo peor de lo peor, es cuando es con una persona, porque generalmente se trata de alguien a quien apreciamos demasiado. Pero hay que pensar en los otros, y jugársela por quien uno quiere...confiar en las personas que amamos. Sin confianza no hay amor.
He aprendido que a las
personas “envidiables”, hay que cambiarles esa etiqueta por una que diga
“admirables”. ¿Quién es una persona admirable? Aquella que tiene una cualidad que
nosotros no tengamos y que nos parezca positiva al cien por ciento. Por lo
tanto, todos podemos ser admirados y todos podemos admirar. ¿Qué diferencia a
la envidia de la admiración? Que en esta última uno reconoce su carencia y la
presencia de aquella cualidad en el otro y lo toma como aprendizaje para
aplicarlo en su vida. Admiren, no envidien. Aprendan, no se amarguen. Sean
felices, no infelices ante la felicidad del otro.
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